Fanny Avila

Práctica #2 de una vida espiritual

 
Rezar los salmos 23 y 91
Los salmos son oraciones muy antiguas, son alabanzas al padre, tienen su origen en el pueblo Judio, escritos por grandes patriarcas como Abraham y recopilados y  muchos escritos por el Rey David (2880 y 2924 a de C) son para poner tus preocupaciónes en sus manos, agradecimiento y fe en el.
Son muy poderosos ya que se han repetido una y otra vez por miles de años, yo tengo más de 14 años rezandolos diario y me han dado gran fortaleza y paz.
Parecen muy largos pero con el tiempo se te hace poquito y buscas más para rezar.
Dejas tu vela encendida y rezas los 2 salmos con todo tu agradecimiento, fe y amor.
 
Salmo 23
 
El señor e mi pastor, nada me falta, en verdes pastos el me hace reposar y a las aguas de descanso me conduce y reconforta mi alma.
Por el camino del bueno me dirige en honor de su nombre, aunque pase por
Quebradas obscuras no temo ningún mal porque Tú estás conmigo, con tu vara y tu bastón y al verlos voy sin miedo,  la mesa has preparado para mi frente a mis adversarios, con aceites perfumas mi cabeza y rellenas mi copa. Mi mansión será la casa del señor por largos largos días.
Amén
 
Salmo 91
Tú que habitas al amparo del Altisimo y resides a la sombra del omnipotente
Dile al Señor: mi amparo, mi refugio, mi Dios en quien yo pongo mi confianza, él te librará del lazo del cazador y del azote de la desgracia, te cubrirá con sus plumas y hallarás bajo sus alas un refugio.
No tendrás los miedos de la noche ni la flecha disparada de día, ni la peste que avanza en las tinieblas ni la plaga que azota a pleno sol, aunque caigan mil hombres a tu lado y diez mil a tu derecha tú estarás fuera de peligro su lealtad será tu escudo y armadura.
 
Basta que mires con tus ojos y verás cómo se le paga al impío pero tú dices mi amparo es el señor, tú has hecho del Altisimo tú asilo, la desgracia no te alcanzará ni la plaga se acercará a tu tienda pues a Los Ángeles les ha ordenado que te lleven por todos los caminos, en sus manos te habrán de sostener para que no tropiece tu pie con alguna piedra, andarás sobre víboras y leones y pisaras cachorros y dragones.
Pues a Mi se acogió, lo cuidaré, lo protegeré pues Mi nombre conoció si me invoca Yo le responderé y en la angustia estaré junto a él , lo salvaré, le rendiré honores, alargaré sus días como lo desea y haré que pueda ver en mi la salvación.
 
Amén